La última víctima de la confrontación abierta en Afganistán, ha sido el soldado de origen colombiano John Felipe Romero, que fue asesinado por los talibanes afganos al poner en el camino del BMR donde realizaban una patrulla, una mina contra-carro. Además de su muerte han sido heridos 6 compañeros más de la Brigada de Cazadores de Montaña.
Su cuerpo que fue trasladado hasta España para ser entregado a sus padres y familiares, los cuales al oír los acordes de “La muerte no es el final” en el funeral no pudieron aguantar la emoción.
Una nueva vida sesgada por la política ineficaz nuestros gobernantes.
Y digo política ineficaz porque el resultado de una muerte de un soldado puede no ser extraña cuando se encuentra dentro de una operación de guerra, pero en el caso de Afganistán no se están produciendo enfrentamientos entre ejércitos sino que se están realizando operaciones terroristas contra los ejércitos occidentales que se encuentran en la zona de operaciones.
Únicamente Estados Unidos está realizando operaciones militares de hostigamiento, mientras que los nuestros se encuentran como blanco de una feria en el quiosco de “tiro al pato”. Nuestras fuerzas armadas enviadas a esa zona a hacer principalmente operaciones de ayuda a la población civil, se encuentra con órdenes claras, desde los cómodos despachos del alto estado mayor en Madrid, de no realizar operaciones ofensivas suficientes para tener a raya a estos tiradores y terroristas.
Nuestros insensibles políticos de tres al cuarto firman acuerdos con otros de su misma casta para mandar a países en conflicto a soldados en misiones de “no se sabe que”, pero que generalmente no tienen que ver con la preparación real a la que están sometidos nuestros militares.
Las Fuerzas Armadas van desplazando contingentes temporales formado cada uno de ellos en su mayoría por personal procedente de un tipo de unidad, y cuya preparación en nada tiene que ver unas con otras, y me explico, si tenemos unidades de la legión que son consideradas infantería ligera y apta para un combate en un medio hostil y con unas características específicas de adiestramiento, tras cuatro meses de estancia en la zona, son relevadas por una unidad de infantería motorizada preparada para otro tipo de combate o por la brigada paracaidista que generalmente está preparada para operaciones como cabeza de puente de una ofensiva, sin embargo llegan la zona conflictiva y están realizando los mismos cometidos que la anterior.
¿Qué cometidos son esos? Pues generalmente apoyo humanitario en la zona, información de la situación civil, y los famosos check-point encargados para prevención policial de actos terroristas.
A pesar de un tiempo de preparación anterior a la ida a la zona de operaciones, ese tiempo no es más que para poder coordinar dichas fuerzas y prepararlas para el conocimiento de la zona geográfica donde van. Pero nada más.
Nuestro ministerio de Defensa ha sido incapaz a pesar de los más de 20 años que llevamos mandando militares a países en conflicto de crear unidades específicas para este tipo de operaciones de “ayuda humanitaria”. Sí ha tenido tiempo de crear la UME para el territorio español, pero no de una serie de unidades capaces de tener una preparación común y una especialización de carácter eminentemente policial, que al fin y al cabo es lo que fundamentalmente hace falta en esos territorios conflictivos.
Por otro lado el mismo ministerio incapaz de organizar estas unidades, es también incapaz de mandar a zona de operaciones los medios necesarios para que las explosiones hagan el menor daño a nuestros soldados. Después de la foto de la ministrilla Chacón con los nuevos vehículos blindados nuestro soldado John Felipe Romero iba en un viejo BMR, sin embargo la nacionalista realiza viajes en el Jet de presidencia sin faltarle el más mínimo detalle, y nuestros cargos ministeriales lo hacen cada día en un coche súper-blindado a prueba de todo menos de la vergüenza que deben tener ante muertes como la de nuestro soldado.
Desde aquí me gustaría apoyar a todos esos miembros de las fuerzas armadas que se encuentran fuera de esta España, y animarles a seguir siendo tan eficaces en sus misiones como lo han sido hasta ahora, y de camino animarles a que denuncien las chapuzas que los políticos y por ende los altos mandos nombrados a dedo por los políticos rufianes están haciendo.
No debéis consentir que vuestro honor como militar pase a ser pisoteado por las botas de unos mediocres que ya no lo poseen o por los tacones de quien cuando salga del ministerio será una chapucera más que no quiere a España.
Y mi último comentario es para el Sr. Zapatero que no ha encontrado tiempo en su agenda para asistir al funeral del soldado que mandó a Afganistán montado en un BMR de hace treinta años; la verdad es que no se ha perdido mucho con su falta de asistencia, pero ha demostrado una vez más que es capaz de no levantarse ante la bandera de EEUU en el desfile de las Fuerzas Armadas, y sin embargo es capaz de ponerse de rodillas a rezar con el presidente de ese país por los muertos, de ponerse de rodillas seguramente para pedirle una visita de foto a España, y también es capaz de no asistir al funeral por la muerte de un soldado español y de acompañar a la familia en la emoción del sonido “La Muerte no es el Final”, y aprovecho la letra de la canción (con permiso de la pirata SGAE) para despedir a nuestro John.
Cuando la pena nos alcanza
por el hermano perdido,
cuando el adiós dolorido
busca en la fe la esperanza
ERES BUENO, MUY BUEEEEENO
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