28 abr 2011

Rebeldía Social ante la falta de Democracia en España

En España se está produciendo un hecho inaudito en cualquier sociedad que se considere desarrollada y de primer mundo.

Por un lado seguimos a falta de una democracia real, los políticos que elegimos en las urnas, forman parte de una organización basada en partidos cuyo objetivo principal es el de alcanzar el poder, y para ello no dudan en recortar el derecho de los ciudadanos que representan

En estos inicios del S.XXI nuestros políticos electos deciden qué sentido de la vida es el que nos preocupa, para ello nos imponen el respeto a las creencias religiosas de otras sociedades sin respetar la propia, nos dan lecciones de cuál es la cultura oficial que estos hipócritas gobernantes deciden que sea, si tú no la entiendes o si no estás de acuerdo con ella, eres un bicho raro.

Cualquier poder entregado en las urnas a estos ladrones de la conciencia ciudadana, lo han multiplicado por mil.

Tu no quisiste en ningún momento que ellos tras 7 años de ejercer la función de diputado o senador pudiesen cobrar la pensión máxima, tampoco les autorizaste a que viajasen en primera clase con tus impuestos, ni les diste el beneplácito para crear empresas públicas, con misiones de administración paralela, donde colocar a sus familiares y amigos para cobrar suntuosas subvenciones, ni les permitiste que llenaran los bolsillos agradecidos de los sindicalistas para que fuesen nuestros portavoces laborales. Seguro que no, pero no importa, ellos decidieron que lo mejor para ti era eso.

Cuando hemos pasado de recriminar al ejército por aliarse con Franco, del no a la mili, del no a la OTAN, hasta que SI. Del No a la Guerra de Irak al Si en el Conflicto Libio por que según el cacique actual hay una Resolución firmada por el Consejo de Seguridad de la ONU, cuando de todos es sabido que ese consejo es el manipulador mundial de intenciones de las poderosas multinacionales de la nueva globalización. Hemos pasado en un segundo de ser los más pacifistas del mundo a atacar con F18 las instalaciones civiles del Palacio de Gadafi, y todo comandado por una ministra nacionalista catalana que después de apoyar al Rubianes de la Puta España se viste con la bandera de España para poder llegar al puesto más alto de la política.

Un vicepresidente y ministro del interior que a pesar de haber defendido en legislaturas anteriores a terroristas de estado en el caso del GAL, y no mucho más tarde dedicarse a provocar revueltas en el 14M para que su partido obtuviese el poder a toda costa, y que actualmente tiene en su gabinete a personas directamente implicadas en colaboración con ETA, es, según estadísticas dirigidas por la prensa comprada, un personaje capaz de ser aprobado por los españoles.

Si como último ejemplo añadimos un Vicepresidente tercero cuya familia aparece día tras día en los titulares de prensa como comisionistas competidores del conocido Juan Guerra en la misma tierra que durante 30 años convirtió como presidente autonómico en la nueva Sicilia española, donde la progresía política es la encargada de mantener la disciplina mafiosa.

Y es que si pasamos a la otra banda del hemiciclo, no hay tampoco por donde cogerlos. Entre ambos monstruos del poder y los preocupados nacionalistas hipócritas, capaces de hablar de política exterior española en el Congreso y de independencia en su tierra, han hecho de los españoles unos títeres con poco futuro.

Mientras matan, asesinan, violan y secuestran niñas como Sandra Palo, Mari Luz y Marta del Castillo, y los españoles quieren cambiar y reformar la justicia, estos políticos deciden que eso no es importante; que asesinos etarras sigan en la calle mientras hay presos encarcelados varios años por robar un jamón, es un claro ejemplo del poder excesivo que hemos entregado a estos rufianes.

Ese poder va a ser bastante difícil quitarlo si se quiere hacer políticamente, ya que han decidido de mutuo acuerdo que no pueda haber un tercer partido que les haga frente. Y no dudan en obstaculizar cualquier nuevo impulso ciudadano, ya que han reformado una Ley Electoral que mantiene el estatus de supremacía de la casta política vigente y derrota antes de presentarse cualquier nuevo brote verde que pueda aparecer.

La forma de solucionarlo pasa por la rebeldía de la sociedad civil, sólo nosotros somos capaces de vencer a esos necios y desbancarlos de ese estatus que nunca debieron tener. Y el cómo lograrlo es muy difícil, ya que lo primero es despertar a esta ciudadanía congelada en la pasividad. Muchos de los movimientos populares que se están sucediendo en algunos países árabes pueden ser ejemplo de las formas en que salen de sus poltronas los vividores y privilegiados estadistas. Quizás habría que pensárselo.

Noticias al día de Radio Chapuza

Si seguimos concediendo a los políticos mediocres nuestro voto, acabaremos así.

Señores Presidentes escuchen esta canción que ha detestado hasta la SGAE