30 mar 2012

LA NOCHE DE LOS CRISTALES ROTOS DEL 29 DE MARZO


El título de este artículo no debe asustarnos, pero puedo afirmar que la diferencia en los hechos y en su organización es ínfima.
Si los denominados “Piquetes Informativos” se acercasen a las empresas y tiendas con uniforme y brazaleteS con cruz gamada, y se cambiase el color de la bandera por la adoptada por los líderes Hitler y Goering que también decían que representaban a los trabajadores alemanes (empobrecidos no por una crisis económica financiera sino por la provocada por el resultado perdedor de la I Guerra Mundial), estaríamos  en presencia de un nacional-socialismo sindical.
Esa Noche de los Cristales Rotos y esas amenazas personales en presencia de policías sin que se produzcan denuncias por empujones e insultos, demuestra que el sindicalismo del S. XXI campa a sus anchas por esta España de leyes para unos y para otros no.
Si los señores Méndez y Toxo pavonean de un triunfo de sus perros callejeros  cerrando quioscos de prensa de gente trabajadora que quiere mantener su negocio abierto, echando silicona a cerraduras de tiendas, como si de una broma se tratase, o quemando mobiliario urbano y ruedas de camión (dónde está ese sentido ecologista y sostenible de la izquierda de móvil de tercera generación) delante del paso de camiones a los grandes Mercados de Abastecimiento, es que entonces estos sindicatos se han convertido en los sucesores hitlerianos, donde el enemigo no son los judíos sino los que no quieren participar en sus huelgas subvencionadas.
Todo se organiza con anticipación, lugares donde deben ponerse a ladrar esos perros piqueteros y como han de morder a quien se acerque a esas industrias, fábricas, polígonos, tiendas, etc.
Mi pregunta de siempre es ¿Qué hacen al día siguiente de estas movidas los liberados entrenados para morder? ¿Tendrán día de descanso? ¿Volverán a dar novedades de sus mordidas a la sede sindical? La verdad es que como no los conozco no lo puedo contestar, pero a trabajar seguro que no van, que para eso no están.
Los Anti-sistema en Barcelona se han hecho con un sistema organizado que ya hubieran querido para sí  Hitler y Goering en sus inicios anti-semitas. Estos perro-flautas ya no llevan ni uno ni lo otro, sino planos de las calles, mechero aunque no fume, móvil de comunicación con el líder de la partida, como si fuera una yincana donde el tesoro a encontrar es la destrucción de cualquier elemento que se oponga a ellos, es decir todo lo que se ponga por delante.
Estos anti-sistemas se rebelan contra el Anti-Sistema español de CIU y PSC, así que si funcionase aquí la teoría matemática de la lógica, parecería que son muy españoles, pero no es el caso.
El dolor más doloroso de cuánto hay de nuevo en la reforma laboral no es la rebaja de días de indemnización en determinados casos de despido (ya empleado por los propios sindicatos en sus últimos despidos) sino la consideración del liberado sindical como uno más de la empresa a la hora de despedir. Eso sí que pica a estos perros piqueteros, que se sienten casi igual que los demás trabajadores.
En fin, Hitler, Mendez, Goering, Toxo, Estalin, que más da, al final todo repercute en el de siempre, en el dueño de los cristales rotos que tendrá dos días parado su negocio sin poder percibir nada y su economía ya de por sí baja, caerá aún más.
Mientras los políticos no hagan sus deberes pendientes desde el inicio de la democracia, que ya ha pasado tiempo, y confeccionen una Ley de Huelga donde desaparezcan los piquetes que sirven para amedrentar a los ciudadanos e impedir ser libres, seguiremos teniendo que ver sucesos como los de ayer. Vergonzosos sucesos propios de la Noche de los Cristales Rotos que pertenecen a la historia de noviembre de 1.938, es decir de casi hace cien años.

1 comentario:

  1. Esta tropa esta bien adiestrada ¿Alguien corre con los gastos Son mercenarios y muchos eran extranjeros

    ResponderEliminar

Noticias al día de Radio Chapuza

Si seguimos concediendo a los políticos mediocres nuestro voto, acabaremos así.

Señores Presidentes escuchen esta canción que ha detestado hasta la SGAE